Los días 29 y 30 de agosto se llevó a cabo en el CCUPU “¿Dónde está indexada? Primera Jornada Internacional: Políticas del Lenguaje en Publicaciones Científicas”, organizada por el PIP-CONICET “Ciencia y soberanía en los discursos sobre el español y el inglés: presente e historización de conflictos y tensiones (Argentina, 1943-2020)”, proyecto radicado en el Instituto de Lingüística. La jornada se centró en los desafíos lingüísticos y discursivos en las publicaciones científicas, con énfasis en las asimetrías lingüísticas y la hegemonía del inglés en la producción académica. Reunió a especialistas de diversas áreas vinculadas con las políticas del lenguaje para discutir las barreras que enfrentan investigadoras e investigadores en la publicación y evaluación académica y explorar soluciones desde la política editorial.
Las deliberaciones del primer día giraron en torno a las políticas editoriales multilingües y los dilemas en la dirección de revistas científicas. La conferencia inicial, a cargo de Natalia Ávila Reyes (Pontificia Universidad Católica, Chile), destacó la necesidad de crear espacios para lenguas no hegemónicas en revistas científicas. Posteriormente, en las mesas de trabajo, se analizó el impacto del inglés en la ciencia y la necesidad de promover una ciencia con identidad que refleje contextos locales. Se reflexionó, partiendo de la experiencia de compilación del primer libro de la Red de Instituciones Lectoras y Escritoras de Educación Superior (RAILEES), sobre los retos de coordinar y divulgar saberes en redes académicas. En la segunda conferencia del día, titulada “Reflexões sobre um workshop intensivo de escrita acadêmica para publicação em uma universidade brasileira: perspectivas e limitações”, James Corcoran y Simone Sarmento (Universidade Federal de Rio Grande do Sul, Brasil) exploraron las perspectivas y limitaciones de este tipo de formación para investigadores que desean publicar en revistas internacionales; ambos enfatizaron la importancia de capacitar en escritura académica, especialmente en contextos multilingües, como un paso necesario para aumentar la visibilidad de quienes investigan en el ámbito científico global.
La segunda jornada continuó con el análisis de las asimetrías lingüísticas en la publicación científica. En la primera mesa, se discutieron las representaciones y el valor de diferentes lenguas en la ciencia, con énfasis en cómo la hegemonía del inglés desplaza a las lenguas locales; se abordaron tanto las repercusiones de estas dinámicas en la identidad y el prestigio de los académicos plurilingües como la desigualdad en el acceso a la bibliografía académica, especialmente en países en desarrollo. El rol de las políticas universitarias en la gestión de la diversidad lingüística en las revistas científicas también fue examinado. Los desafíos discursivos y lingüísticos actuales en la publicación científica fueron el eje de la siguiente mesa, con un enfoque en el multilingüismo y los sesgos en los comités editoriales. Los participantes debatieron sobre el riesgo de que la homogeneidad en la toma de decisiones editoriales, dominada por angloparlantes, limite la inclusión de voces diversas y exploraron la posibilidad de abrir el espacio académico a nuevos géneros y formatos que permitan una mayor inclusión de perspectivas globales, reconociendo los desafíos de implementar estos cambios en las publicaciones establecidas. En la última mesa compartieron experiencias sobre la producción y evaluación de conocimientos científicos, centrándose en las ciencias biomédicas y las políticas editoriales. La utilidad de las políticas de indexación y las fuentes alternativas para visibilizar la producción científica en lenguas no hegemónicas, así como la influencia de la internacionalización de la educación superior en las lenguas de publicación en revistas científicas locales fueron focos de esa mesa. Finalmente, el día concluyó con la conferencia titulada “¿Quién habla más fuerte? Colonialidad del saber en la investigación científica”, en la que Federico Navarro (Universidad de O’Higgins, Chile) propuso pensar cómo las estructuras dominadas por el norte global perpetúan desigualdades y marginalizan a los investigadores del sur, y sugirió cómo se podría avanzar hacia una mayor equidad en la producción y difusión del conocimiento científico.
El encuentro, del que participaron en forma virtual y presencial más de 70 investigadores, docentes y estudiantes, ofreció una plataforma crítica para discutir las desigualdades en la ciencia global y abogar por una mayor equidad en la producción y difusión del conocimiento.
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